El 2 de julio de 2001, el legendario Pete Sampras enfrentaba en la cuarta ronda de Wimbeldon a un joven Roger Federer de 19 años, 10 meses. El emergente suizo logró el triunfo en cinco sets por 7-6(7), 5-7, 6-4, 6-7(2) y 7-5 en 3 horas, 41 minutos de juego.
Foto: Orlando Sentinel |
Sampras había ganado siete títulos en Wimbledon: 1993, 1994, 1995, 1997, 1998, 1999 y 2000. Pistols sumaba 31 triunfos consecutivos. Aquel día Roger irrumpió con fuerza en la Catedral del tenis y ganó un partido que terminó siendo el traspaso de mando entre Pete Sampras y Roger Federer.
En la final del torneo, Roger Federer superó al tenista australiano Mark Philippoussis por 7-6(5), 6-2 y 7-6(3), el partido se llevó a cabo el 6 de julio de 2003 en el All England Club.
Federer en la actualidad tiene 42 años y logró ocho veces el trofeo en Wimbledon: 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2009, 2012 y 2017 y logró 20 Grand Slam. El helvético considera que su triunfo ante Sampras "es uno de sus partidos preferidos".
En una entrevista ante medios europeos, Roger contó algunos de sus puntos que marcaron su carrera: "Mis puntos de inflexión más importantes son la victoria ante Sampras en Wimbledon 2001, aquello fue como lanzar un desafío; mi título en Wimbledon 2003. Sentí cómo cumplía un sueño, como si mi carrera pudiese terminar ahí mismo porque había logrado ser por fin campeón en Wimbledon; y el tercero cuando gané Roland Garros 2009, fue un gran golpe ya que pensaba que jamás podría ganarlo, pero lo hice y fui muy feliz, sentí también un gran alivio".
Se enfrentaron dos históricos del mundo deportivo, en un escenario histórico, Wimbledon. El triunfo de Roger generó expectativas y causó un impacto en el tenis, avecinaba el surgimiento de una leyenda.
Por Javier Panzardo | Twitter: @Javier_Panzardo
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