jueves, 22 de agosto de 2024

La historia tenística de Mónica Seles y la puñalada que cambió su carrera

El 30 de abril de 1993, es una fecha que quedó marcada como una de las páginas más tristes en la historia del tenis mundial. En el torneo de Hamburgo, en Alemania, la N° 1 del mundo, Monica Seles de 17 años, superaba a la búlgara Magdalena Maleeva por 6-4 y 4-3. Todo parecía trascurrir con tranquilidad, hasta que en un cambio de lado, Seles agarró una botella y mientras bebía agua, recibió por la espalda una apuñalada en el omóplato derecho.

 

Foto: El Correo
 

El alemán Günter Parch fue el protagonista inesperado, el demente y maníaco alemán, era un extremo fanático de Steffi Graff, en aquel momento era la número 2 del mundo y se disputaba la cima del ranking con Seles, por ese motivo, el agresor apuñaló por la espalda a la tenista serbia, nacionalizada estadounidense, para que pierda el partido y el N° 1 del mundo.

 El show tenía que seguir, una semana más tarde, el presidente de la WTA, Gerard Smit, se reunió con las mejores 17 jugadoras del circuito (dictaminado por el Ranking) y les propuso que mediante una votación definieran si tenía que congelar el Ranking o no, a causa del inesperado, inoportuno y repudiable atentando. Para sorpresa de muchos, la gran mayoría por unanimidad voto en contra, la única tenista que fue empática y respaldó a su colega fue Gabriela Sabatini, la argentina fue en contra de la corriente/de lo popular y votó a favor.

 "El resultado fue casi unánime en contra de la protección de mi ranking. Todas las jugadoras votaron en la misma línea, con la única excepción de Gabriela Sabatini. Me decepcionó que Steffi Graf haya votado en contra. Habíamos llorado juntas cuando estaba en el hospital (después de episodio por el atentado)", expresó Monica Seles en el libro From Fear to Victory (Del miedo a la victoria), el cual publicó en el año 1996.

La joven Monica Seles estuvo fuera de competencia por dos años, además de las lesiones que sufrió en la espalda, tuvo daños psicológicos que le causó el brutal y cobarde ataque.

Foto: Sportskeeda


La agresión desconcertó a Seles, tras sentir el impacto del cuchillo, se levantó, se puso de pie, soltó la botella que sostenía con su mano izquierda y se cayó sobre el polvo de ladrillo, a unos metros, los agentes de seguridad redujeron al agresor Günter Parch.

 
"No quería matarla. Sólo quería hacerle daño. Éste es su castigo por los últimos tres años"
, indicó Parch, estuvo seis años en prisión preventiva, fue condenado a dos años de cárcel en suspendido obligado a recibir asistencia psiquiátrica. Finalmente falleció en agosto de 2023 a los 68 años internado en un psiquiátrico.

"Monica tuvo suerte. Ni el pulmón ni el omóplato han sido dañados. Sólo ha resultado herido un músculo. Ella todavía está en shock y permanecerá en observación", dijo el parte del Hospital Universitario Eppendorf, de Hamburgo. "Tuve miedo de morir cuando vi a Monica gritar", contó Maleeva, en aquel momento la número 14 del mundo.

Este grave y triste episodio, cambió la organización de seguridad en los torneos, antes del ataque a Mónica Seles en el torneo de Hamburgo, en Alemania, por lo general había 430 agentes de seguridad, luego del este hecho, se amplió y reforzó la seguridad hasta 1000 efectivos policiales, contó el medio francés L’Equipe.

En agosto de 1995, Monica Seles volvió a las canchas, sacó fuerzas se impulsó, ganó 21 títulos, incluyendo el Australian Open 1996, pero nunca más pudo volver a disfrutar del tenis ni ser la N° 1 del mundo, un hecho que hizo reflexionar a mucha gente sobre los límites que debe tener la pasión.

 Por Javier Panzardo | Twitter: @Javier_Panzardo

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