lunes, 25 de agosto de 2025

Bobby Pearce y su gran gesto en los Juegos Olímpicos de 1928

El remero australiano Bobby Pearce lideraba la carrera en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928, de repente escuchó gritos en la orilla, al mirar vio a una mamá pata con sus crías cruzando justo frente a su bote.

Foto: Kiruba Shankar 


Bobby no dudó, frenó su bote, espero a que los patitos llegaran al otro lado de la orilla, por su parte su rival aprovechó la ocasión para pasarlo y parecía que la carrera estaba sentenciada.

Una vez que el agua quedó libre cuando se fueron los patos, Bobby retomó su ritmo con tanta velocidad que alcanzó a su oponente y lo volvió a pasar, finalmente Pearce ganó la carrera después de haberse detenido para crucen tranquilos la mamá pato y sus crías.

A los días siguiente, Bobby Pearce ganó la medalla dorada y en Los Ángeles 1932 volvió a repetir la presea dorada. Entre 1928 - 1935 no hubo nadie que pueda vencerlo.

La historia de Bobby Pearce, un remero que se destacó con grandes logros deportivos y también demostró que se convirtió en campeón mostrando su lado más humano, noble y paternal.

Por Javier Panzardo | Twitter: @Javier_Panzardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario