El 25 de diciembre de 1937, el Chelsea recibió al Charlton en Stamford Bridge por la Liga de Inglaterra. Había una niebla espesa, que impedía ver con claridad, por ese motivo el partido se suspendió después de 60 minutos, ya que no se veía el campo de juego.
El arquero del Charlton, Sam Bartram se quedó defendiendo su arco, por más de 15 minutos, sin saber que el partido había sido suspendido. Luego un policía se acercó al portero y le comunicó que el partido había sido cancelado.
En su autobiografía, Sam escribió: "Cada vez veía menos y menos a los jugadores, estaba seguro de que dominábamos el partido, pero me parecía obvio que no habíamos hecho un gol, porque mis compañeros hubieran vuelto a sus posiciones de defensa y yo habría visto a alguno de ellos. Tampoco se escucharon gritos de festejo".
Bartram se pensó que sus compañeros estaban con el dominio de la pelota en la mitad de cancha, y el fiel a su equipo se quedó custodiando el arco, aunque el partido ya se había terminado. Finalmente, un policía se acercó al arquero y le dijo: "El partido se terminó por la neblina, los hinchas se fueron del estadio y tus compañeros se fueron al vestuario", indició el guardia.
Sam jugó toda su carrera en el Charlton, al inicio jugó como defensor, luego pasó al puesto de arquero, disputó más de 600 partidos y estuvo 22 años con los The Addicks. Tiene una estatua en las inmediaciones del Estadio The Valley.
Sam Bartram fue el protagonista de la navidad en el Boxing Day (Día de las Cajas en Inglaterra) en 1937, la historia del arquero que entre medio de la neblina, siguió cuidando su arco con la misma lealtad que lo caracterizó en su extensa carrera deportiva.
Por Javier Panzardo | Twitter: @Javier_Panzardo
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