viernes, 23 de julio de 2021

Miguel Ángel Cotto, un multicampeón del boxeo

Nació el 29 de octubre de 1980 en Rhode Island, Estados Unidos, se crió en Caguas, Puerto Rico. El pugilista puertorriqueño ganó 20 títulos mundiales repartidos en cuatro categorías distintas: superligero, wélter, supérwelter y medio. En la actualidad tiene 40 años y es considerado una leyenda.

Foto: Debate

A lo largo de su trayectoria, Miguel Ángel registró 47 combates, ganó 41 (33 por nocaut), ocho por decisión y perdió seis. Con un estilo ortodoxo, fue entrenado por el experimentado entrenador estadounidense Freddie Roach

La primera pelea de Cotto se produjo el 23 de febrero de 2001 en Frank Erwin Center, Austin, Texas. En aquel combate el boricua superó por nocaut al estadounidense Jason Doucet. A sus 37 años protagonizó su última pelea ante Sadam Ali, el 2 de diciembre de 2017 en el pabellón deportivo Madison Square Garden, Nueva York, en esa ocasión el boxeador estadounidense fue el ganador de la pelea.

Miguel Ángel Cotto tuvo 17 años de trayectoria, se caracterizó por ser un boxeador aguerrido, fuerte, potente, un guerrero que se potenciaba en el ring y fortalecía cada uno de sus golpes: cross, uppercut, jab, dañaba con sus ejecuciones rectas y curvas.

En 2003 Cotto derrotó al mexicano Carlos Bazán y logró el título de peso superligero, luego en 2006 batió a su compatriota puertorriqueño Carlos Quintana y ganó el cinturón de peso wélter

El 7 de junio de 2014 el boricua superó a Sergio Martínez y se consagró en peso mediano. Experiencia, perseverancia, títulos, disciplina y extensión de sus palmarés, el 26 de agosto de 2017 el puertorriqueño se impuso ante el japonés Yoshihiro Kamegai y logró la consagración en la categoría superwélter.

Foto: Superlucha

El habilidoso pugilista superó a potentes rivales como Antonio Margarito, Alfonso Gómez y Segio `Maravilla´ Martínez, entre otros. La explosividad de sus golpes lo elevaron a un nivel superlativo que lo consagró como una leyenda, Miguel Ángel Cotto, un boxeador legendario.

Por Javier Panzardo | Twitter: @Javier_Panzardo

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