El presidente del Tribunal de Disciplina de la URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires) había manifestado al respecto: "Seguimos el reglamento que dispone la World Rugby. Tenemos penalidades establecidas para cada tipo de agresión. La primera característica es ver si fue leve, moderada o grave".
El agresor no tenía antecedentes. Tras el partido se disculpó con su colega. Es un hecho de violencia más en el deporte que despierta el malestar para los aficionados. Más allá de que sea un juego de fricción y permanente contacto, nunca son buenos los excesos ni las fuerzas desmedidas. Espero que este caso sirva para concientizar a muchos jóvenes que se plantean dedicarse a este lindo y reñido deporte.
Por Javier Panzardo | En Twitter: @Javier_Panzardo
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