Uruguay registraba 21 partidos invicto, entre Juegos Olímpicos y Mundiales (La Celeste venía de ser campeón en el Mundial de Brasil 1950, también ganaron la primera Copa del Mundo en 1930, torneo que precisamente se jugó en tierras uruguaya). En la Copa del Mundo de Suiza 1954, se enfrentaría a Hungría, que era un seleccionado poderoso futbolísticamente, tenía grandes jugadores, estrellas de la talla de Sándor Kocsis y Ferenc Puskas.
En el segundo tiempo del partido entre Uruguay- Hungría, la Celeste caía 2-0, pero en el segundo tiempo del encuentro, llegaría el gol del descuento de Juan Hohberg, el delantero de Peñarol (se destacó en la década del 50), eludió al arquero y definió de cara a la red, para decretar el 2-1 parcial. En pleno festejo Hohberg sufrió un infarto. Al jugador lo dieron por muerto durante 15´´ segundos. Todos los fanáticos quedaron paralizados en el Estadio de Lausana. El kinesiólogo Carlos Abate, acompañado por todos médicos, lo pudieron reanimar y revivió. Le prohibieron ingresar al campo de juego para preservar su salud. Pero Juan se negó a cumplir la orden y terminó ingresando para seguir jugando, como si nada hubiese pasado.
Finalmente, Hungría terminó ganando el partido 4-2 y Uruguay (Hohberg hizo los dos goles) salió cuarto en la Copa del Mundo de Suiza 1954. El campeón fue Alemania Federal. Un Mundial llenó de historia, emociones y un hecho muy curioso, el de Juan Hohberg, futbolsita que volvió de la muerte para seguir jugando al fútbol, su gran pasión.
Por Javier Panzardo | En Twitter: @Javier_Panzardo
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