Didier Drogba recordó una emotiva anécdota que vivió con Juan Mata

La final de la Champions League 2012, un partido épico que se jugó en Munich, Alemania, en el Estadio Alianz Arena. El equipo anfitrión, Bayern Munich, superaba 1-0 a Chelsea, con gol del alemán Thomas Müller en el minuto 83´. Faltaba poco tiempo para el final del encuentro. De ahí surge una charla clave entre Juan Mata y Didier Drogba, ese fue un punto de inflexión que cambió el rumbo del partido. El marfileño reveló en su cuenta de Twitter lo que ocurrió en aquel partido.

Juan Mata y Didier Drogba

El Chelsea venía de cambiar entrenador, el portugués André Vilas Boas había sido cesado de su cargo. El DT italiano Roberto Di Matteo fue quién ocupó su cargo. Sacudido por el cambio, los Blues no se rindieron y llegaron a la final de la UEFA Champions League en 2012. Perdían 1-0,  por el goles de Thomas Müller.  El español Juan Mata, le dijo a Drogba: "`Cree Didi, tienes que creer. Maestro, tienes que ayudarme a ganar este trofeo´; (al instante Drogba respondió)Casi llorando, le respondí mirando al marcador '¿creer en qué? Casi ha terminado'. Iba a llorar como unos meses antes cuando perdí la final con Costa de Marfil".

Luego, a los minutos de la charla entre Mata-Drogba, ocurre lo siguiente: "Último minuto, último saque de esquina. El primero para nosotros después de 18 para el Bayern Munich. Adivinad quien sacó ese córner.. Juan Mata. Y el resto es historia. La lección es que siempre hay que creer",  manifestó Drogba, autor de gol del empate a los 88 minutos´ de juego.

Los 90 minutos reglamentarios terminaron igualando 1-1, Bayern Munich y Chelsea. Se forzaron el tiempo extra y finalmente se definió el campeón y el título por penales. Chelsea ganó 4-3 por penales, desde los doce paso, Mata falló su remate, mientras que Droga convirtió el suyo y selló el título para el equipo londinense. 

Así fue la historia, Chelsea ganó su primera UEFA Champions League, el español Juan Mata fue muy importante, decisivo para la obtención del título, ya que levantó la moral y confianza de sus compañeros, cuando las piernas cansadas y las mentes saturadas, casi no respondían sobre el terreno de juego. Este hecho deja una moraleja, nunca hay que rendirse, por más que haya que enfrentar momentos difíciles, siempre que llovió, paró, y luego salió el sol.

Por Javier Panzardo | Twitter: @Javier_Panzardo